Hoy iniciamos una serie de post sobre la creatividad que espero que os resulten interesantes. En ellos intentaremos definir qué es la creatividad, la diferencia entre creatividad e innovación, ejemplos de técnicas que existen para dirigirla tanto a nivel individual como colectivo, etc. Como siempre os animo a comentar los post y establecer una conversación entre todos.
Me ha resultado siempre curiosa la respuesta de algunos de los asistentes a las charlas sobre creatividad que impartimos, ante la pregunta que lanzamos al inicio de las sesiones sobre quiénes se consideran personas creativas y quiénes no. Asombrosamente siempre se alzan unas tímidas manos que se sinceran con los demás exponiendo sus dudas sobre la posesión de ese don tan preciado. Pero inmediatamente intentamos disipar cualquier tipo de dudas sobre esto con un sencillo ejercicio. En el ejercicio retamos a los asistentes a proceder a asociar imágenes que no tienen relación entre si (por ejemplo una foto de la luna, otra de una raqueta de tenis y otra de una marmota) para producir una frase que contenga todos estos elementos. Todos ponemos a volar la imaginación e inmediatamente producimos nuestras frases creativas, unas veces siendo más rompedores y otras menos, pero al fin y al cabo generando una cantidad importante de frases creativas e imaginativas. Con este sencillo ejemplo se acaba la discusión y generalmente esas personas vuelven felizmente a encontrar su lado más creativo, que por otra parte nunca habían perdido.
La creatividad la podemos definir de una manera más formal como el proceso mental y social que se desarrolla para la generación de nuevas ideas o conceptos. Es decir que cuando nos referimos a la creatividad realmente nos estamos refiriendo a la generación de nuevas conexiones entre pensamientos ya existentes. De una forma breve creatividad es generación de nuevas conexiones.
Con lo anterior en la cabeza ya podríamos idear mil y un métodos para generar ideas creativas (nuevas conexiones). Podríamos hacer el experimento de mirar por la ventana y seleccionar dos objetos. Luego mirar dentro de habitación donde nos encontremos y seleccionar otros dos, y con estos objetos empezar a generar conexiones, pero sin entrar a evaluar si lo que estamos diciendo es algo que tiene sentido o no. Es decir sintiéndonos libres para establecer esas conexiones.
Esta es una segunda regla para poder ser creativo. Nunca, y cuando digo nunca es nunca, se deben evaluar las ideas que se generan en procesos creativos de este tipo. No debemos en ningún caso evaluar ideas en esta fase de generación puesto que de ideas que a priori pueden parecer absurdas al final pueden surgir innovaciones rompedoras. Como comentábamos en otro post, para Einstein eran este tipo de ideas que a todo el mundo le parecían absurdas las que finalmente producian las teorías o innovaciones más rompedoras.
Como conclusión de este primer post nos debemos quedar con la idea de que la creatividad es el proceso de generar conexiones a partir de ideas pre-existentes y que nunca debemos entrar a evaluar la validez de las ideas generadas en procesos creativos. De ideas aparentemente absurdas se pueden generara innovaciones radicales.
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