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Índice de posts clave de innovación en bitácora-tech (I)

Hoy me gustaría iniciar una labor de recapitulación de los temas que hasta ahora hemos tratado en este blog. Ya que los posts publicados de...

jueves, 9 de septiembre de 2010

Sobre las estructuras de innovación en las organizaciones: Distribuidas vs Centralizadas

¿La innovación debe realizarse de una manera distribuida entre todas las unidades de la organización o debe estar centralizada en un grupo de personas? Esta es una pregunta recurrente que como muchas relacionadas con este tema tiene difícil respuesta.  Por lo tanto no vamos a responder a ella de manera rotunda, puesto que cada organización es un mundo en si mismo, pero si que podemos aportar algunas claves al respecto que pueden ayudar a la hora de tomar una decisión organizativa.

Ya vimos hace tiempo la dicotomía existente entre el mundo de la innovación y el de las operaciones, y lo necesario de ambas actividades en las organizaciones. Si no se piensa en innovar los negocios van declinando y finalmente mueren, un mínimo de innovación incremental es fundamental para mantener la organización dentro del mercado. Por otro lado, tal y como analizábamos en el post "¿Hay posibilidades de innovar con éxito en mercados establecidos?" sin innovación disruptiva la organización puede verse en un momento dado sobrepasada por productos de empresas emergentes y darse cuenta demasiado tarde de ello. Por lo tanto el balance entre innovación radical e innovación incremental tiene que planificarse adecuadamente.

La situación comentada anteriormente es común a todas las organizaciones que se dedican a producir productos o a proveer servicios, especialmente cuando hablamos de nuevas tecnologías. De alguna manera o de otra la innovación siempre tiene que estar presente. Pero, ¿De qué manera organizativamente hablando debemos de planificar la generación de estas innovaciones? Existen básicamente dos modelos a seguir: El centralizado y el distribuido.

En el modelo centralizado las innovaciones se generan en un grupo especialmente dedicado a innovar. Este es el modelo que grandes corporaciones como IBM, Microsoft, etc. seguían en los años 70's 80's. Grandes centros de investigación, con las mejores mentes de la compañía, en los que se producía toda la innovación necesaria. En el otro extremo tenemos el modelo distribuido de innovación al estilo Google, en el que cada empleado que trabaja en la compañía tiene un 10% de su tiempo para pensar en proyectos propios que posteriormente pueden transformarse en productos/servicios para la compañía.

El modelo centralizado puro es el de una unidad trabajando en innovación tanto incremental como radical. Como hemos visto la mayor complicación existente con este modelo es la de la necesaria interacción con el mundo operacional, que tiene que ser lo suficientemente fuerte para que se puedan producir innovaciones incrementales enfocadas y poder tener entradas de los clientes para detectar posibles nichos nuevos para innovaciones más radicales. Por lo tanto este modelo requiere de una coordinación entre la unidad de innovación y el resto de la organización para no tener una unidad separada y sin comunicación con el resto de la operativa del negocio. El modelo centralizado es el adecuado para organizaciones que están empezando a tener una mínima estructura de innovación, ya que hace que con menos esfuerzos de coordinación exista un grupo que puede generar resultados.

Por otro lado está el modelo puramente distribuido en el que el esfuerzo innovador está repartida  en pequeños porcentajes de tiempo a lo largo de todas las personas que componen la organización. Este modelo tiene el inconveniente de que en organizaciones poco familiarizadas con la importancia de la innovación puede dar lugar a que se dedique muy poco esfuerzo debido a las urgencias del mundo operativo.

Mi apuesta es por un modelo híbrido. Es decir la existencia de una unidad de innovación en la que se trabaje en la identificación de generación de innovaciones radicales, se haga una vigilancia activa de las tendencias del mercado, etc. Por otra parte en la misma organización dentro de las unidades organizativas debe existir un mínimo de tiempo dedicado a buscar las innovaciones incrementales que sea el soporte del negocio actual. Siempre deberá existir una coordinación intensa entre el grupo de innovación central y las diferentes personas trabajando en innovación en las unidades operacionales para optimizar los resultados.

¿Qué estructura creéis que son las más adecuadas?
¿Cuál es vuestra experiencia al respecto?

                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                      

miércoles, 8 de septiembre de 2010

Dime cómo innovas y te diré qué tipo de organización eres

Una adecuada definición de los diferentes tipos de innovación que se desean generar en las organizaciones es algo básico a la hora de implementar la estrategia de negocio. Como ya hemos comentado en otras ocasiones, y al contrario de lo que pueda parecer, no siempre solamente la innovación disruptiva es lo mejor que puede suceder ni solamente la innovación incremental es el nirvana. Todo depende de la estrategia de negocio que se haya diseñado en nuestras organizaciones. Una apuesta decidida por la innovación disruptiva puede hacer que el negocio principal de la  organización sea desatendido provocando que en el corto plazo los productos/servicios ofrecidos queden obsoletos respecto a los competidores del mercado y al contrario una apuesta por la innovación incremental hará que en el medio/largo plazo nuestra organización quede fuera del mercado. Por lo tanto una planificación adecuada del grado de innovación dentro de los diferentes tipos de innovación entre las que nos podemos mover, sean tanto de modelo de negocio como tecnológicas, permitirá contar con una ayuda definitiva a la hora de implementar la estrategia de negocio marcada. 

No todo tiene que ser blanco o negro, no todo tiene que ser radical o incremental, de la adecuada distribución de la mezcla dependerá el tipo de organización que se tendrá. Poniendo un símil culinario al final el sabor final de la comida en las organizaciones dependerá del porcentaje de los diferentes condimentos que le pongamos a la receta. Si le ponemos mucha sal, saldrá más salada, si le ponemos más azafrán más sabrosa, etc. Con la innovación pasa lo mismo, de la adecuada distribución de la innovación entre radical, incremental, semiradical, de modelo de negocio o tecnológica, se definirá claramente el "sabor" de nuestra organización.
 
Una potente herramienta teórica que nos permitirá realizar esta tarea de clasificación y planificación es la matriz de innovación. Se debe proceder a una profunda reflexión en las organizaciones para definir qué porcentaje de cada tipo de innovación queremos tener en las mismas. Al igual que cuando se invierte en valores en la bolsa tenemos que definir si queremos tener una estrategia más conservadora o agresiva, cuando definimos el tipo de innovación que deseamos para nuestras organizaciones debemos definir el tipo de innovación que vamos a buscar. De esta manera tendremos marcada una estrategia clara respecto a qué es lo que la organización va a buscar cuando hablamos de innovación y esto ayudará a una asignación de recursos de manera acorde. Mediante la distribución y planificación de la innovación, podremos definir el centro de gravedad de la matriz y obtendremos el tipo de organización que tenemos. Si se generan más innovaciones incrementales que radicales tendremos una organización defensiva, al contrario si el centro de gravedad se encuentra en las innovaciones radicales tendremos una vocación ofensiva en el mercado.

Recapitulando sobre los grados de innovación posibles, tenemos que estos pueden ser de varios tipos. Se pueden producir innovaciones en el modelo de negocio y tecnológicas. A su vez estas innovaciones pueden ser incrementales o semi-radicales. Cuando hablamos de innovaciones que contemplan innovaciones en ambos ejes es cuando hablamos de innovaciones radicales [(Davila Epstein, Shelton) "Making innovation work"]. La definición de la cantidad y el tipo de innovación que deseamos tener repercutirá en los productos/servicios que saldrán al mercado y en el tipo de organización.

En definitiva del cómo planifiquemos la innovación dependerá el tipo de organización y su estrategia hacia el mercado (Defensiva, ofensiva) y permitirá tener un mapa claro y significativo para poder realizar asignación de recursos y un seguimiento de la innovación generada.

lunes, 6 de septiembre de 2010

Japón: tradición innovadora





Es un placer volver a publicar en el blog después de la pausa que he tomado a finales de Agosto. Vuelvo con más ilusión y ganas, si cabe, a afrontar esta tarea. Durante estos días, como seguramente muchos de vosotros sabréis por mis últimos tweets, he realizado un viaje a Japón del que he venido gratamente sorprendido en muchos aspectos. Es por ello que quiero dedicar este primer post de la temporada a analizar las relaciones que he percibido entre los principales valores de la cultura Japonesa y los que hemos analizado de la innovación.


Lo primero que sorprende al llegar a Japón es el contraste existente entre la extrema modernidad que se percibe en las calles de urbes como Tokyo, y la cantidad de santuarios, cuando nos referimos a los sintoistas, que pueden encontrarse escondidos en sus calles. Es el eterno contraste del que el país Nipón hace gala: modernidad y tradición. El país es realmente maravilloso; su naturaleza visible es fantástica y sus gentes extremadamente amables y atentas. Pero debajo de esta capa superficial late una cultura basada en lo efímero y en la constatación de que la vida es algo cambiante, algo que en cualquier momento puede dar un giro inesperado y convertir cualquier creación humana, por muy maravillosa que sea, en meras ruinas. Los Japoneses tienen muy asumidos que los desastres naturales; terremotos, tsunamis, volcanes, ciclones,etc. forman parte de sus vidas y así ha sido a lo largo de toda su historia. Esto ha ido perfilando de una manera muy clara la forma de ser de sus habitantes y por ende su cultura. Esta admiración por la naturaleza y la tierra forma parte del tronco principal del sintoismo, una de las dos religiones del Japón. Los Japoneses tienen gran devoción por la naturaleza que les rodea, pero asumen que todo es efímero y que hay que disfrutar del momento, de la vida, mirar hacia adelante. Lo que existe es el aquí y el ahora, del más allá se encarga la otra religión mayoritaria del país, es decir el Budismo.

Y comento estas reflexiones porque como sabemos Japón es un país que se ha reconstruido de una forma sorprendente después de la segunda guerra mundial y que ha llegado a ser la segunda potencia económica mundial solo superado recientemente por China. La búsqueda de la perfección, el sentimiento de pertenencia a un grupo en el que el individuo no es más que una parte de él, el respeto al prójimo, la aceptación de la vida como algo efímero, el no pensar en el pasado sino en el futuro, y el saber levantarse después de recibir un golpe es algo inherente a los valores de esta cultura.


Como hemos comentado a lo largo de diferentes post de este blog la mayor parte de estos valores forman parte de lo que podríamos denominar una cultura innovadora. Para ser innovador es fundamental el tener claro que los resultados que dan la suma de todos los componentes de un equipo son mucho mejores que los resultados que pudieran proporcionar cada uno de los componentes del equipo por separado. El respeto a las ideas de los demás es fundamental a la hora de no matar ideas que en un principio pueden parecer absurdas pero que con el tiempo pueden convertirse en productos innovadores. El pensar en evolucionar y no quedarse en posiciones cómodas es algo que también está dentro de una compañía innovadora. Saber levantarse después de recibir un golpe es no tener miedo al fracaso y es algo fundamental para poder innovar.


En definitiva, he podido percibir en la cultura Nipona "tradicional" una importante cantidad de características fundamentales a la hora de definir una cultura innovadora tanto si nos referimos a un ente particular o a una organización y bajo mi punto de vista este es el verdadero secreto del éxito que Japón ha venido teniendo en las últimas décadas especialemente cuando nos referimos a generación de nuevas tecnologías.


¿Tenemos en la cultura occidental estos valores?
¿Es importante para ser innovador el no tener apego al pasado?