En las organizaciones nos encontramos muy frecuentemente con dos ámbitos de actuación muy diferentes: Por un lado el mundo operativo, en el que prima la eficiencia en los procesos, los tiempos de entrega, la racionalidad y la excelencia en general. Por otro el mundo de la innovación que trata de producir nuevos productos o encontrar mejoras para los ya existentes y en el que priman el pensamiento lateral, la creatividad, etc. Entre ambos mundos es imprescindible que exista comunicación, flujo constante de ideas y retroalimentación. El uno no puede vivir sin el otro. Esta comunicación e interacción es absolutamente imprescindible para que una organización pueda ser efectiva a la vez que innovadora. Y para que esto suceda es imprescindible que ambos entiendan claramente que cuál es la importancia del otro.
El mundo operacional es de vital importancia para cualquier organización. Sin las operaciones que hacen que la empresa funcione día a día desarrollando nuevos productos, atendiendo a los clientes, manteniendo los ya existentes, etc. la existencia de la empresa no es que se vea comprometida sino que no es viable. Pero en una organización donde la operación lo fuera todo y no hubiera tiempo para pensar en el futuro al final se produciría igualmente el colapso. Los productos cada vez estarían más desfasados y finalmente quedarían fuera del mercado. Por lo tanto aquí podemos ver la importancia de ambos mundos y el equilibrio que debe existir para lograr la excelencia. El área de innovación debe tener siempre puesta la atención en el ecosistema, buscando activamente soluciones a los problemas que se plantean en el mundo operacional. Participando en proyectos colaborativos que permitan probar nuevas soluciones, utilizando técnicas para fomentar la generación de ideas disruptivas que puedan dar lugar a futuros productos o servicios.
Para hacer todo lo anterior, la organización debe de tener una cultura de innovación que facilite y fomente esa comunicación activa. Hay que tener en cuenta que la tarea de una unidad de innovación debe también consistir no solamente en dar soluciones a los problemas planteados por las unidades operacionales sino que también debe activamente dar respuesta a la necesidad de la organización en cuanto a la generación de innovaciones más radicales y disruptivas. Todo ello teniendo en cuenta los diferentes grados que se hayan definido. Desde el punto de vista operacional, se tiene que disponer de mecanismos organizativos para incorporar de una manera eficiente las soluciones que puedan concluirse de procesos de exploración del entorno o de aplicación de técnicas de creatividad dirigida, etc.
Como conclusión podemos decir que la retroalimentación entre ambos mundos es fundamental para que una organización haga un uso eficiente de todos los recursos disponibles en ella, permitiendo a las unidades de innovación identificar los retos y problemas a los que se enfrentan las unidades operativas y a las unidades operativas incorporar las innovaciones detectadas y filtradas como útiles en sus procesos o productos.
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martes, 29 de junio de 2010
Operación & Innovación: Una pareja ganadora
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Interesting view on the "intersection" between the innovation and operations domains in an established organization.
ResponderEliminarThe typical -and boring- view on the topic normally simply highlights the differences and disconnects between both worlds. Your comments, instead, depict a rationale behind setting the bridges between them, sort of cultivating the joint between the left and the right sides of the corporate brain.