A lo largo del último mes hemos hecho referencia a lo importante que es para fomentar el pensamiento creativo dentro de las compañías, la cooperación entre unidades, la formación de grupos heterogéneos de trabajo, etc. La interacción de personas que trabajan tanto en el mundo de las operaciones junto al personal que trabaja en I+D, innovación, marketing, etc. siempre proporciona resultados más que interesantes. También hemos visto que esta aproximación de buscar los recursos para generar ideas creativas dentro de la misma organización es del todo insuficiente en los tiempos que corren y que es necesario que las empresas se abran e incorporen a estos grupos a personas externas que puedan dar un punto de vista distinto al que dan sus propios empleados. Son las mismas empresas las que deben fomentar la aproximación de sus empleados con el resto del ecosistema para que de esta manera se produzca un enriquecimiento corporativo, personal y del ecosistema.
Y precisamente hoy quiero centrar este post en este aspecto tan importante en el contexto en el que nos movemos. De lo que hablamos es de la importancia del establecimiento de redes de innovación que se extiendan más allá de la muralla que rodea a las empresas, fomentando los encuentros informales entre los profesionales, clientes, geeks, etc. para que se produzca un intercambio efectivo de conocimiento, puntos de vista, etc. y repercuta en beneficio de todos los actores.
Para que dentro de una zona geográfica se tenga un ecosistema de innovación, es muy importante que los actores que trabajan o tengan interés en contribuir sobre los temas seleccionados estén identificados y que se establezcan formas de colaborar, o por lo menos de intercambiar pareceres, impresiones, etc. Estamos en un momento en el que la innovación no solamente tiene que ser hecha en equipo sino con la colaboración de personas que pertenecen a diferentes equipos y ámbitos. Ingenieros trabajando en I+D junto con clientes, profesores y alumnos de universidades, etc. ¡Esto es la economía 2.0! es decir la economía de la colaboración y del "win-win".
Hemos hablado de este tema en diferentes post sobre innovación abierta, knowledge brokering, herramientas de crowsourcing para el knoledge brokering, comunidades de práctica, etc. Pero lo que hace falta es llevar esto del plano teórico al mundo real, y empezar a fomentar la creación de este tipo de comunidades de innovación en las que se establezcan entornos informales para aprovechar todo el potencial que tenemos por el hecho de pertenecer a la misma comunidad.
Es verdad que con los "social media" tenemos la oportunidad de conocer a gente afín y compartir inquietudes, etc. Pero lo que también es cierto es que las empresas son las que deben favorecer estás actitudes y también fomentar este tipo de encuentros y de intercambio de conocimiento que al final repercute en beneficio de todos, de la empresa, del individuo y de las entidades que forman parte de ese ecosistema.
En definitiva, es necesario pasar de un grado de comunicación personal impulsado por cada uno de los individuos que forman parte de las empresas a uno en el que las empresas permeabilicen sus murallas externas, en la medida en la que sea posible, abracen el paradigma de la innovación abierta y fomenten la comunicación de sus empleados con los actores principales del mundo exterior.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Todos los comentarios relacionados con el tema tratado, con sugerencias de temas a tratar en el futuro o comentarios generales sobre el blog etc. Son bienvenidos.