¿De qué manera definiríamos innovación? generalmente cuando nos referimos a innovación lo que se nos viene a la cabeza es la definición dada por el diccionario de la RAE:"es la creación o modificación de un producto, y su introducción en un mercado". Este fue de hecho el tema del primer post "operativo" de este blog hace ya casi dos meses.
Pero no podemos confundir la definición que damos sobre innovación con la manera en cómo podemos gestionar la innovación en si misma dentro de las organizaciones. Es decir, no podemos preguntarnos cómo innovar solamente teniendo en la cabeza la definición de innovación. Tampoco es recomendable el pensar que la innovación es algo que puede ocurrir o no, dependiendo del día, de cómo se levante la gente esa mañana, de las ideas felices que se le ocurran a uno. NO, definitivamente eso no es tener una estratégia definida para innovar dentro de las organizaciones.
Y digo lo anterior porque últimamente he leído y escuchado a mucha gente decir que para innovar lo que hay que hacer es "Crear productos innovadores", ¡vamos! que la respuesta es la misma pregunta. Esto es lo mismo que lo del caballo blanco de Santiago. Bajo mi punto de vista, como lo es todo lo escribo en en este blog, existe un gran desconocimiento sobre la manera en cómo se puede hacer una gestión profesionalizada de la innovación. Por desterrar falsos mitos, la innovación no es algo que ocurre por ser más creativos, ni por ser más atrevidos, etc. La innovación actualmente, y fruto de una evolución que ha tenido a lo largo de muchos años, es una ciencia en si misma. Se han definido métricas, procesos, formas de evaluar la cantidad y el grado de innovación necesario en cada momento para cada empresa determinada, maneras para cuantificar el valor de un protfolio de productos y proyectos. En definitiva, hay muchos procesos estudiados y definidos para aplicar la innovación dentro de las organizaciones y hacerlo de manera sistemática, científica y profesionalizada.
La innovación en una organización no debe depender del proceso creativo de personas individuales, aunque esto ayuda de forma extraordinaria. La innovación es algo que debe estar completamente reglado y estructurado dentro de las organizaciones, y cada una de ellas debe elegir la manera en cómo afrontarla para que les ayude a progresar hacia sus objetivos. La innovación radical no siempre es la mejor, ni lo es la incremental, la mejor innovación es la que se produce dentro de un contexto definido y planificado dentro de la organización.
Hace un tiempo también hablaba sobre qué necesitábamos para llegar a tener un ecosistema como el de Silicon Valley. Sinceramente creo que lo que nos hace falta, además de lo que exponíamos en esa serie de posts, es una cultura de innovación, un conocimiento más profundo sobre la gestión de la tecnología y la innovación y la manera en cómo esta puede ayudarnos en nuestras organizaciones, sean start-ups, empresas consolidadas o cualquier otro tipo de organización. La bibliografía es amplia, la mayoría de ella desarrollada en Estados Unidos, pero es hora de que emprendamos un camino hacia un conocimiento más detallado sobre estos procesos.
¿Estás de acuerdo con esto?
¿Conoces sitios donde se impartan cursos sobre gestión de la tecnología y la innovación?
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