5 síntomas de una organización que no apuesta por la innovación

En ocasiones nos preguntamos si una organización está realmente convencida de que innovar es importante para su futuro. Hay una serie de síntomas que nos pueden llevar a la conclusión de que algo no está funcionando bien y que habría que tomar medidas para cambiar el rumbo.

Bajo mi punto de vista los siguientes puntos de chequeo son fundamentales para tener un diagnóstico del grado de involucración de la organización en general con la innovación:

1. "No es bueno porque no está inventado aquí". Como ya hemos repetido muchas veces que la invención o la idea de algo no sea generada internamente no significa que no sea buena. De hecho para asegurarnos de que algo es realmente rompedor tendremos con toda seguridad que acudir a agentes externos a nuestra organización. Si este es un sentimiento generalizado cuando hablamos con las personas de la organización, tenemos un problema.
2. Resistencia al cambio. Tanto resistencia a la hora de lanzar nuevos productos porque "los que hay han funcionado bien siempre" o resistencia al cambio de posición dentro de la organización. El anquilosamiento organizativo hace rígida a las estructuras y todos sabemos que por lo tanto estas estructuras son más quebradizas ante cualquier evento violento externo, cambio del mercado, de la situación económica, etc.
3. Castigo ante los fallos. Una organización que no soporta los fallos y los castiga será una organización en la que se tenga miedo a proponer nada nuevo. Como ya hemos comentado innovación y fallo son dos palabras que casi son sinónimas
4. Falta de una estructura o mercado interno de ideas. Si no está definido este mercado interno en el cuál se sepa dónde poder enviar ideas nuevas y no se sabe la manera en cómo se manejarán estas ideas estaremos ante un entorno en el que innovar será muy complicado..
5. Falta de una estructura de gestión de la innovación. Como hemos visto en otros posts, una correcta gestión de la innovación conlleva el diseño de una estrategia, la definición de una métrica, una cultura de innovación, sistemas y procesos para poder llevarla a cabo, etc. Sin una planificación de una gestión de la innovación nos encontraremos ante una organización que dificilmente podrá innovar de manera sistemática. o de forma diaria.

En definitiva, tal y como un médico ausculta a su paciente en busca de los signos de la enfermedad, por medio de estos indicadores podemos diagnosticar de una manera muy fiable hasta que punto una organización está o no comprometida con la innovación.

Por supuesto que pueden existir otros, ¿Se te ocurren otros síntomas para incluir en el diagnóstico?